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viernes, 11 de marzo de 2016

¡Sal de tu zona de confort!





Hoy les compartiré un mensaje muy oportuno que uno de mis hermanos lo compartió en la iglesia.
Que les sirva de Bendición...
"Génesis 12:1-4 - Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. 4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. "
¿Cuantos de nosotros hemos sido llamados por Dios así como Abram? Pero también, al igual que el, Dios nos llama en el momento en el que más cómodos o acostumbrados estamos con nuestra vida o situación. 
En otras palabras, podemos asumir que Abram no tenía muchas necesidades físicas o materiales en ese momento, quizás no necesitaba ser llamado por Dios. Pero un gran cambio estaba muy cerca, Dios tenía un propósito con su vida. ¿Qué le llamó Dios a hacer? Dios le llamó a abandonar la comodidad y la seguridad que gozaba para alcanzar algo que nunca había imaginado hacer.


¿Por qué digo esto? porque Dios pudo haber llamado a este hombre cuando era mucho más joven, mas fuerte, mas capaz, pero sin embargo, este no fue el caso.
Dios esperó setenta y cinco años para llamar a Abram, después de que él estaba muy acostumbrado a lo que tenía; Abram a esa edad ya no tenía más nada que vivir, estaba acostumbrado a la vida y a las bendiciones que él disfrutaba. Así que podemos decir con certeza que cuando Abram más cómodo se encontraba en su vejez, Dios lo llamó a dejar todo para enfrentar un reto difícil. 

¿Te has estado sintiendo últimamente con la necesidad de iniciar un nuevo cambio en tu vida? ¿Has dicho alguna vez que aún eres demasiado "joven" para estar con Dios? ¿O que ya eres demasiado mayor para que Dios haga algo contigo?

En primera instancia, cuando Dios nos llama da temor el hecho de enfrentar lo desconocido. Abram salió de su hogar, salió de su país, dejando todos sus bienes, sus recuerdos, y su familia para ir hacia un lugar al que no conocía, sin saber con qué podría encontrarse en el camino. 

Los cambios requieren sacrificios, y estos son necesarios para poder llegar a alcanzar nuestra meta. En medio de ese viaje hacia la meta pasaremos por largos caminos desérticos, donde nos enfrentaremos a necesidades, miedos, inseguridades, amarguras, etc. Pero Dios, así como le prometió a Abram nos lo ha prometido a nosotros: ..." Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición ". 

Seguro en ese caminar surgirá la opción a rendirte, pero el llamamiento de Dios es irrevocable, es decir, que el cumplirá su propósito en ti porque tu has sido llamado para hacer más que sólo estudiar, trabajar, tener una familia, tener bienes... ese no el plan de Dios para ti. ¡SU PLAN VA MAS ALLÁ DE LO QUE PODAMOS PENSAR!
Filipenses 1:6 Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
No detengas tu crecimiento, no estarás solo en el proceso de salida, Dios te perfeccionará tal como lo hizo con Abram, el cual hoy en día es conocido como el padre de la fe.

Pero, para que el cambio suceda en ti, debes tener en cuenta que debes salir de tu zona de confort e incluso de tu zona de miedo. Para ello debes conocer  muy bien de que se  tratan estas dos zonas:
  • Zona de Confort: Esta zona de comodidad es donde nos sentimos satisfechos con lo que hemos logrado, es donde las aspiraciones parecen ya cumplidas y no se enfrentan desafíos.
  • Zona del Miedo o Temor: Muchas veces, al salir de la zona de confort, caemos en la zona del temor. Es aqui donde nos bloqueamos al momento de dar el primer paso, y a pesar de que ya tengamos motivacion, hay algo que nos detiene haciendo que permanezcamos en la incertidumbre. Por lo general, esta zona es la que nos devuelve a la comodidad y es la mas dificil de enfrentar. 
¡Nuestra vida, familia y economía, nuestra empresa y ministerio deben salir de esa zona de comodidad! Y el temor no detendrá nuestro avance, porque todo lo bueno empieza con un poco de miedo. Cuando ves a los profesionales del deporte (por ejemplo los clavadistas) estos sienten temor, pero lo vencen. Si fuera fácil, el Señor no diría tantas veces en la Biblia: “No temas”. Hay que avanzar incluso con miedo, incluso si cometemos errores y enfrentamos duras consecuencias, porque el aprendizaje es valioso y nos perfecciona. ¡Salgamos de la zona de confort en el nombre de Jesús!

¿Qué esperas? ¡Es tiempo que empieces esa empresa que tanto has pensado, que te arriesgues con esa persona que Dios ha mandado para ti, que ejerzas el ministerio que te fue dado por imposicion de manos, que perfecciones el don que por medio del Espiritu recibiste! 
Dios nos manda a ser valientes y esforzados. No hay espacio para la comodidad y la mediocridad. 

¡¡NO SEAS UNO MAS DEL MONTON!!



lunes, 1 de febrero de 2016

"Un Toro Vencido Por el Engaño"

Dos llaneros llevaban entre sí un toro para el matadero. Venían al trote y parecía que todo marchaba bien. Pero al llegar a un puente, empezaron las dificultades.
Aquel toro se rehusó absolutamente pasar por el puente porque se había fijado en las aguas de abajo y se atemorizó.
Aquellos llaneros lucharon dando espuela a sus caballos, tiraron de sus sogas, pero todo era en vano. El toro pudo mas que ellos, y no pudieron pasar. De repente los hombres dieron la vuelta regresando por donde habían venido, y el toro, contento porque había salido del peligro, fue con ellos sin ninguna dificultad.

Minutos después, nuevamente los llaneros traían al toro en dirección al puente pero con algunos cambios. Uno de ellos no traía camisa, se la quitó y la había colgado en los cachos del toro, así le tapaba bien la vista.
Llegaron al puente, pero esta vez no hubo nada de lucha; pasaron tranquilos. Parecía que el toro se había transformado en un animal demasiado dócil. 

¿Que obró en el toro este cambio tan grande?
No hubo ningún cambio obrado en el toro, sino que uno mucho mas astuto que él le había vencido por el engaño: Le había tapado la vista.

El tapa ojos hizo que el toro no viera el peligro, y éste, engañado, pasó tranquilo por un lugar que antes le había infundido miedo.
Sólo fue tranquilizado para ser llevado al matadero.

La biblia dice: ...el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. (2 Co. 4:4)

El dios de este siglo es el diablo, que haciendo uso de su astucia y maquinaciones procura por todos los medios a su alcance cegar tu entendimiento, colocando tapa ojos en tu vista para que no veas el peligro que te espera si mueres sin el perdón de tus pecados.
Uno de los tapa ojos que usa el diablo es hacerte creer que todavía hay tiempo para aceptar a Cristo como tu salvador personal; te muestra lo joven que eres aún y que debes vivir tu vida sin límites, y que quizás, cuando seas viejo sea el tiempo de darle tu vida a Dios. ¿Y si no llegas a viejo? ¿ Y si el tiempo se te acaba mañana...u hoy? ¿tu vida está asegurada?

No permitas que uno mas astuto te tape los ojos cegando tu entendimiento de la salvación, de la vida eterna y tu alma se pierda por la eternidad.

"He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de la Salvación" 2Co. 6:2.

No dejes pasar mas tiempo a esta decisión tan importante.

Historia tomada de "Selecciones de El Mensajero Cristiano"
Por el Autor : S.J. Saword

viernes, 29 de enero de 2016

No eres Esclavo Del Pecado



Hace unos años escuché a una persona decir que tenía ciertas cosas en su vida que debía mejorar, pero que no sabía como hacerlo.

No sabía por donde comenzar, no sabía si debía pedir ayuda o cambiar sin necesidad de que alguien estuviera a su lado para hacerle seguimiento.

Cada uno tiene sus propias luchas y batallas con sí mismo. Unos mas que otros, pero al final, todos luchamos con nuestros propios temores y debilidades.
Jesucristo en una de sus tantas enseñanzas, resalto que si en algo tenemos debilidad, debemos cortarlo o arrancarlo de nuestra vida. (Mt. 5:29-30).
Oh, pero... ¡qué difícil es dejar atrás algo que has tenido presente casi toda tu vida!
Todas y cada una de nuestras debilidades son conductas aprendidas, nacimos libres de ellas, pero con el pasar de los años, inevitablemente tomamos actitudes que luego se volvieron costumbres en nuestra conducta. ¿Pero sabes algo? ¡¡ESO NO NOS DEFINE!!
¿¿Cual es tu debilidad??
¿odio?
¿Rencor?
¿Drogas?
¿Alcohol?
¿Sexo?
¿Masturbación?
¿Dinero?
¿Pornografia?

¿Cual es tu temor?
¿La soledad?
¿Ser traicionado?
¿Perder tus bienes?
¿No tener amigos?

Sea cual sea tu temor o tu debilidad, déjame decirte que eso no te define como persona. Tu no eres eso que te quita la paz. ¡TU ERES UN HIJO DE DIOS! y los hijos de Dios son Real sacerdocio, Nación Santa... Pueblo adquirido por Dios.
Eso quiere decir que ya no eres un esclavo del pecado, y que todas tus vergüenzas, temores y debilidades quedaron crucificadas por medio de alguien que por voluntad propia lo hizo por ti.

Renuncia hoy a esos pensamientos que te han estado diciendo que no eres merecedor de Dios. Deja atrás esa debilidad. Hazle frente a ese temor.
Ora, ayuna, y si no es suficiente, vuelve a orar hasta que veas que Dios hace algo contigo. Porque sabes? a veces Dios quiere TODO nuestro esfuerzo para que su Gloria se derrame.

Te invito a que reconozcas este hecho. ¡Sal de la esclavitud!
El enemigo te quiere mantener encerrado, pero confía... ¡Dios ha vencido!

¡¡SIGUE LEVANTANDOTE PUES ERES UN HIJO DE DIOS!!

Te recomiendo una canción que te ayudara a conseguir la victoria:
"No longer slaves" de bethel church



lunes, 21 de diciembre de 2015

¿Has pensado que tus temores te superan?

 ¿Es posible seguir avanzando cuando incluso nuestros pies no pueden continuar?

Hoy quiero hablarle a aquellos que quieren rendirse, que han perdido las fuerzas para continuar; a aquellos que piensan que ya no hay motivos para seguir luchando.

Voy a compartir un poco de algo que viví y de lo cual hoy por hoy doy gracias a Dios porque me volví una mujer mas fuerte, aunque el proceso fue difícil.

Quiero que sepan que Dios permite muchas cosas en nuestra vida, algunas no entendemos porqué, pero otras tienen un propósito. Crecí en un hogar disfuncional, mis padres se divorciaron cuando tenia 5 años, en el proceso de esa separación fui testigo de maltratos verbales, amarguras, discusiones y de cualquier cantidad de recuerdos que hoy en día mi mente ya ha bloqueado. Años después, por motivos ajenos a nuestra voluntad, mi mama se vio en la obligación mandarnos a mi hermano y a mi a vivir con mis abuelos en otro estado.
Tuvimos que empezar una vida nueva, en un colegio nuevo, en una casa nueva, con vecinos nuevos y gente diferente. Poco a poco, como niños que eramos nos fuimos adaptando al cambio, mis abuelos nos ayudaron a aceptar la nueva realidad, nos impulsaban con actividades extras para que tuviéramos otros motivos por lo cual valorar nuestra nueva vida. Fueron pasando los años, y ya estábamos acostumbrados a ver a nuestra mama y el resto de la familia un mes al año, con nuestro papá solo compartíamos uno o dos días de ese mismo mes. Así fue pasando el tiempo y ya habíamos aceptado a esa realidad aunque muy en el fondo tanto mi hermano como yo hubiésemos querido no tener que vivir así. Un día sin mucho importar, mi hermano y yo al regresar del colegio nos encontramos con la noticia de que mis abuelos se habían separado. No nos dieron razones ni sus motivos, estábamos de nuevo en medio de otra separación, pero para ese entonces, yo ya era casi una adolescente.

Acepté que desde ese momento en adelante las cosas serían distintas, como hermana mayor que era asumí inconscientemente que debía madurar pues mi abuela era ama de casa y aunque mi mama nos mantenía, sabia que debía esforzarme mas en los estudios. Tras esa separación, mi abuela comenzó a consultar las cartas, intento buscar ayuda espiritual en distintos lugares que recomendaban desde dedicación de velas hasta baños de despojos. Yo en particular, que siempre acompañaba a mi abuela a esas cosas, no sentía ninguna atracción por esas practicas, al contrario, era un rechazo que me hacía entender que no estábamos en el lugar correcto. Teniendo yo 11 años ya sacaba esas conclusiones.

Pero Dios tenía otros planes para mi familia. y en esos días en los que estábamos buscando qué otro lugar "espiritual" podíamos visitar, conocimos a una señora muy particular, su nombre: Elia.
Ella conversó con mi abuela durante unas horas cuando fuimos a su casa, yo realmente no prestaba atención a la conversación pero por la cara de mi abuela, sabía que le decía cosas distintas a lo que les decían los demás. Fue tanto así que sin darnos cuentas, mi abuela, mi hermano y yo frecuentábamos la casa de la señora elia. Conocí a su hija María Soledad, y fue ella quien trató con mi hermano y conmigo y nos hablaba de Dios, no recuerdo exactamente las cosas que nos enseñaba de Dios, pero al poco tiempo, ya veía a Dios de otra manera, lo veía como alguien accesible y bueno. Visitamos una iglesia cristiana por primera vez, y fue allí donde le dí a Dios un lugar en mi corazón al escuchar por primera vez "Un Jardín de Rosas" cantada por una chica de esa iglesia.

Me convertí al Señor, y El, poco a poco fue cambiando a mi familia. Todo era bueno para mi, pero a medida que iba creciendo y me hacía una adolescente, comenzaron a chocar mi fe y mis amigos, me influenciaron sus hábitos y costumbres, y mi relación con Dios fue quedando a un lado. Allí comenzaron a salir actitudes reprimidas, mi comportamiento se volvió insoportable para mi abuela, y fui un dolor de cabeza para mi mama. Como consecuencia, mi mamá optó por llevarme a vivir con ella. Tuve que comenzar de nuevo, pero esta vez mi adaptación al cambio no fue como años atrás. Deje de nuevo a mis amigos, mi vida, mi hermano, mi abuela, y una vez mas, estaba en otra casa, en un colegio nuevo, con vecinos nuevos, gente nueva.

Mi vida estaba destrozada. Teniendo 14 años, estaba volviendo a vivir un cambio en contra de mi voluntad, y eso me estaba afectando a nivel emocional. Mi mama y yo discutíamos todos los días, era imposible vivir en paz con ella. Su pareja me resultaba un fastidio, debía cuidar a mi hermanito de 1 año cuando salía de clases, no tenía amigos y mi papá era como un desconocido para mi. Cada vez que Dios se acercaba a mi, yo lo alejaba. Sentía que era su culpa.

Me preguntaba cosas como ¿Para que tengo padres? ¿Porque permite Dios que esto me pase? y la típica pregunta que todos se hacen: ¿Porque existo?

No veía sentido alguno a mi vida, y bueno, la edad en la que estaba hacía que viera todo mas difícil de lo que era. Me sentía sola, incomprendida, no hablaba con nadie, veía a los demás como ineptos, me volví indiferente ante las cosas, era temerosa aunque todos creían lo contrario. No tenía autoestima. Fui encerrándome en un mundo en el que creía que era fuerte, pero en realidad, era la más débil. Estaba deprimida, aunque demostraba todo lo contrario.

Así hice un muro entre la gente y yo, y entre Dios y yo.

No quería avanzar, me sentía derrotada pero no lo decía, no creía que hubiera motivos para tener una buena vida. Escuchaba música que alimentaba mi mala conducta, comencé a fumar una que otras veces, intenté suicidarme con una sobredosis de medicamentos. Me sentía acabada, y sólo tenía 15 años.

Pero Dios volvió a intervenir en mi vida, y yo, en lugar de dejarme ayudar, lo acusaba. Le preguntaba el porqué de las muchas cosas que vivía y sentía. No podía entender nada, no era lógico para mi lo que citaba aquel verso de Romanos 8:28 "Y Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien...".
No entendía porque no amaba a Dios, y sobretodo porque no creía en la continuación de ese verso "...esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".

Yo había sido llamada con un propósito, pero no lo sabia y no lo creí.

Cuando decidí darle las riendas de mi vida a Dios, las cosas comenzaron a cambiar. Comencé a conocer gente y me rodeaba constantemente de ellos por su manera de servir a Dios. Estudiaba a Dios, empece a conocerle de nuevo, y El, coloco en mi vida a muchos que me ayudaron a caminar en la fe.

Las cosas iban bien, pero en mi mente todavía quedaban rastros de lo que había sido. Los temores, la inseguridad, e incluso la indiferencia que me había "servido" para evadir muchas cosas. Dios me dio una nueva oportunidad, pero comenzó exigirme fidelidad, y yo tenia miedo de fallarle. En muchas ocasiones no me atreví a hacer cosas por El por miedo a fracasar. Tenia que luchar con mi mente.

Dejar hábitos es difícil, pero dejar actitudes... eso me era imposible. No conseguía la manera para dejar de ser insegura, no hallaba forma de tener coraje y atreverme a dar el todo por el todo. En mi mente estaba el patrón de ser evasiva, retraída y sobre todo auto suficiente. Me costaba dejar mis cargas en Dios, yo las asumía como mías nada mas.

Eso trajo como consecuencia que empezara a perder muchas cosas, espiritualmente hablando estaba estancandome y me estaba faltando la fe.

Vinieron muchas pruebas de parte de Dios, pues el quería que cambiara rotundamente mi mente. Y para que eso sucediera, debía derribar yo misma el muro que había levantado.

Has estado en esa situación?
Has pensado que todos tus temores te superan hasta el punto en que son mayores que tu?

Pablo en su carta decía: TODO lo puedo en Cristo, que me fortalece (Fil. 4:13). Para el no había mayor consuelo y esperanza que el saber que en medio de lo que estaba viviendo, Dios era su fortaleza.

Ten siempre presente que, mientras Dios no esté en tu vida, no estarás fortalecido, y sólo no podrás seguir caminando. Aunque creas que tienes fuerzas, déjame decirte que esas son fuerzas no son suficientes. En medio de las pruebas que puedas estar pasando, necesitaras mucho más que voluntad para continuar, necesitarás la fe para ver mas allá de lo que mente te permita ver.

Deja que Dios sea el que te lleve, deja que el conduzca. El conoce el camino por el cual debes ir. Bajo tu propio criterio te perderás, y estarás en la misma situación en la que yo estuve: ESTANCADA.
No sabrás si regresar o seguir adelante si mantienes a Dios fuera de tus asuntos.

Entonces... ¿Como puedes avanzar cuando no tienes fuerzas de continuar?
No camines solo, pídele a Dios que vaya a tu lado, El te cargara a ti junto con tus propias cargas, y te dejará justo en el lugar donde debes tu mismo soltarlas al vacío y ser totalmente libre para que sigas caminando.

viernes, 7 de agosto de 2015

¿La Cima de Que?

 Hoy es un dia en el que las palabras no quieren surgir solas, lo acepto, no tengo nada extraordinario que compartir. Mi mente tiene muchas ideas, pero muy pocas palabras para expresarlo.
Mientras paso el día en la oficina (sin mucho que hacer en realidad) me he dado la tarea de leer artículos de cualquier tipo... artículos de belleza, salud, información, ciencia y tecnología, etc. Y me percato de que cada uno de ellos hacen énfasis en lo que se debe hacer, como se debe adquirir y hasta que decir para que la "sociedad" sea cada vez mas moderna y enfocada a vivir en un mundo superficial donde solo importa lo que tienes y como lo tienes.
Lo curioso es que esos artículos dirigidos a una sociedad que fácilmente se puede llamar "tu", tienen tanto poder de convencimiento e influyen notable en tu conducta aunque no te des cuenta de ello. Me llamo mucho la atención uno en específico, el cual incitaba que para las personas lo mas importante debe ser el éxito y la moral. Mientras leia su contenido me preguntaba "porque hay un articulo que le enseña a una persona que lo mas importante de su vida debe ser el éxito y la moral?"
Es triste y lamentable que este mundo se haya vuelto tan dependiente del que dirán, tanto asi que la sociedad ha caído tan bajo para mantenerse en lo que los hombres consideran <La Cima> ( la cima de que?).
Las personas andan en el mundo buscando algo a lo cual puedan considerar importante o valioso; creen que lo mas valioso de sus vidas puede ser el amor de otra persona, sus familias, su trabajo, sus bienes, la posición económica, y creen que tener eso les garantiza una reputación admirable. Pero la palabra de Dios desde hace mucho nos enseña que lo mas valioso de esta vida no esta en las cosas materiales, ni en el afecto de otros, sino en el amor incondicional de Dios.
Ese amor que dejo todo para tener nada, ese amor que después de tener toda la gloria fue escupido y humillado, ese amor que hace mas de dos mil años murió por la humanidad, y hoy por hoy sigue amándola como ese día de crucifixión.


Pero tristemente la humanidad ha decidido entregar sus aspiraciones, deseos y valores a cosas que son pasajeras. Jesucristo dijo que no amaramos al mundo ni a lo que nos ofrece. Esto no quiere decir que vivamos en el mundo despreciandolo, sino que no nos dejemos envolver con sus vanidades, de manera que podamos vivir una vida con la capacidad de alcanzar las bendiciones que El tiene para nosotros, porque el mundo y sus asuntos son pasajeros, pero Dios y su Palabra permanecen para siempre.
¿Quieres mantenerte en la cima del exito? Ama a Dios, Obedecele y atrevete a ir en contra de la corriente para que vivas una Vida Extraordinaria.

jueves, 30 de julio de 2015

Dios pone a Prueba Mi Fe

Nuestra fe en el Señor sera puesta a prueba siempre a través de muchas circunstancias, el que cree en Jesucristo debe saber esta gran y absoluta verdad... Dios ensanchara y desarrollara nuestra fe solo a través de las prueba de la vida. pero debemos saber también que a través de ese proceso doloroso de ser probados obtendremos éxitos y otras veces nos enfrentaremos al fracaso ya que no somos inconmovibles.
Dios es el único invencible... es muy fácil confiar y amar a Dios cuando todo anda muy bien, pero qué pasa cuando la vida del creyente es probada de parte de Dios? Las circunstancias difíciles harán que creyente obtenga una fe viva, y nos hará llegar hasta el final de nuestra peregrinación cristiana con una fe absoluta en El.

Toda prueba tiene un propósito, pero cuando pasamos por tantas adversidades se nos olvida que detrás de ella hay una bendición y terminamos preguntándonos ¿Porque me esta pasando esto a mi? y ante esta pregunta, debemos tener en cuenta que:

1. Las pruebas dirigen nuestra atencion a Dios (Stg. 1:5)
Nos hacen mirar la cruz.
Nos permiten encontrar refugio en Dios.
Nos hacen orar y leer la palabra de Dios.
Nos enseñan a depender absolutamente de El.

2. Las pruebas nos enseñan a ser fuertes en Cristo (Fil. 4:10-13)
Desarrollan nuestro espíritu.
Nos ayudan a colocar las cargas en Dios y despojarnos de lo que no nos corresponde.
Nos dan valor para enfrentar la vida aun en situaciones dolorosas.
Nos da valor y consistencia a nuestra fe.

3. Las pruebas nos preparan para un servicio superior (Gen. 6-7-8)
Dios crea nuevas oportunidades a traves de ellas.
Nos promueve a Servir en areas mayores.
Nos capacita para que ayudemos a otros a crecer en Fe.

4. Las pruebas Glorifican a Dios (Job 1:20-22)

Estas pasando por pruebas? Las pasó? seguramente las va a pasar, y cuando sea así, saquele provecho a cada una de ellas y dele toda la Gloria a Dios aun en medio de ellas Ro. 8:35-39